Puede que el béisbol sea el pasatiempo nacional en Estados Unidos, pero su popularidad se extiende alrededor del mundo. El alcance del juego estará especialmente en exhibición durante el Clásico Mundial de Béisbol del 2023, que comenzará el 8 de marzo. Los rosters no se han definido todavía, pero Estados Unidos luce bien armado para defender el título del 2017. Y este torneo de 20 equipos es un buen reflejo del impacto mundial del béisbol. Cincuenta y siete países y territorios han aportado al menos un jugador a las Grandes Ligas a lo largo de la historia del juego. Así que vamos a ranquearlos, desde el más al menos poblado bajo los estándares de MLB. Y también vamos a destacar al líder en bWAR de cada parte del mundo. Los empates se deciden alfabéticamente. Algunas notas antes de comenzar. Los territorios están listados de forma independiente. Hay 981 jugadores en la base de dato de Baseball-Reference cuyo lugar de nacimiento no está especificado.
Obviamente no los incluimos. Un reconocimiento rápido y especial para Ed Porray, quien lanzó tres juegos para los Buffalo Buffeds de la Liga Federal en 1914. Fue criado en Estados Unidos, pero nació en un barco en el medio del Océano Atlántico. Por eso, es el único jugador de Grandes Ligas cuyo lugar de nacimiento es identificado como “en el mar”. Pujols, Juan Marichal, Pedro Martínez, Vladimir Guerrero Sr. y David Ortiz no son sólo miembros de Cooperstown. Son héroes nacionales en un país donde el béisbol es una forma de vida. Cabrera, el más reciente miembro del club de los 3,000 hits y 500 jonrones, será seguramente el segundo venezolano en ser exaltado al Salón de la Fama, siguiendo los pasos de Luis Aparicio. Después de Estados Unidos, Cuba es el país con más miembros del Salón de la Fama: Tany Pérez, Orestes “Minnie” Miñoso, Tony Oliva, Cristóbal Torriente, Martín Dihigo y José Méndez. Tratar de decidir quién fue el mejor puede desembocar en un divertido debate.
Treinta y dos jugadores nacidos en Puerto Rico llegaron a las Mayores antes de que Clemente debutara con los Piratas el 17 de abril de 1955. Pocos jugadores, sin importar la nacionalidad, han causado un mayor impacto desde entonces. Jenkins se convirtió en 1991 en el primer jugador canadiense en ser exaltado al Salón de la Fama. El segundo fue Larry Walker. Criado en un pequeño pueblo llamado Etchohuaquila como el menor de 12 hermanos, el impacto de Valenzuela trascendió al béisbol. Antes de haber cumplido los 21 años ya era la primera superestrella mexicana en MLB. Carew fue uno de los bateadores más finos en la historia de la Gran Carpa, mientras que Mariano Rivera fue el primer hombre que entra al Salón de la Fama por unanimidad. Casi todos los jugadores han llegado después de que Hideo Nomo firmó en 1995 con los Dodgers, cambiando para siempre el mundo del béisbol.
El WAR de McCornick está cerca del tope entre los jugadores que no están en el Salón de la Fama. Mullane ganó 284 juegos en las Grandes Ligas y tiene el récord de la L.A./L.N. Hubbard jugó la mayor parte de su carrera de 12 años en Atlanta. Pero antes de su década con los Bravos, él y su familia dieron vueltas por el mundo debido a que su padre era miembro de la Fuerza Aérea. En 1993, Nillson y el relevista Graeme Lloyd conformaron la primera batería australiana en MLB como miembro de los Cerveceros. Rentería ganó dos títulos de Serie Mundial y dio el batazo decisivo en los dos juegos definitorios de cada Clásico Otoñal. Hensley Meulens fue el primer curazoleño en llegar a MLB, pero fue Jones — brillando como una estrella siendo apenas adolescente en los Bravos— quien inspiró a una generación entera de niños. Wang ganó 19 juegos para los Yankees en 2006 y 2007. Terminó segundo en la votación del Cy Young de la L.A.