La Unión Argentina De Rugby (UAR)

La Unión Argentina de Rugby (UAR), entidad que nuclea a todas las uniones de rugby del país, expresó su rechazo a cualquier tipo de asociación con empresas que promuevan las apuestas deportivas. Al justificar la decisión, vinculó a la actividad con la problemática de la adicción al juego. En el comunicado, difundido el martes último, la organización calificó la medida como una forma de “contribuir a la prevención y el tratamiento de la ludopatía, considerando que estas empresas podrían tener un impacto negativo en nuestros seguidores y jugadores, especialmente en los más jóvenes y menores de edad”. La UAR está compuesta por 25 uniones provinciales de todo el país integradas, a su vez, por un total de 574 clubes a los que pertenecen cerca de 100.000 jugadores. “Hemos recibido la preocupación de algunos directivos de clubes por el avance de las apuestas en chicos de 15 o 16 años que compran el sueño de salvarse solos, cuando la esencia del rugby promueve todo lo contrario, el trabajo en equipo.

Nadie se salva solo”, reflexiona Gabriel Travaglini, presidente de la unión. La decisión, que parece ir a contramano de lo que ocurre con otros deportes como el fútbol, donde las casas de apuestas tienen fuerte presencia como sponsors en ligas y clubes, ya tuvo impacto hacia el interior de la organización. Al día siguiente, la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), que nuclea a 91 clubes de la provincia de Buenos Aires, expresó su rechazo a cualquier tipo de participación, promoción, publicidad o asociación con empresas que promuevan las apuestas deportivas. “Es de esperar que todas las uniones actúen de la misma manera, ya que sus presidentes son directivos de la UAR. Es decir que avalan este comunicado que sacamos en contra de al asociación con empresas de apuestas”, explica Travaglini. “Entiendo que el tema económico puede ser una tentación muy grande, sobre todo en las uniones del interior del país. Pero la plata hay que buscarla en otro lado.

La actividad que promueven estas empresas, cuando se vuelve una adicción, es como cualquier otra droga: se vuelve incontrolable y se hace muy difícil salir“, agregó el directivo, en diálogo con LA NACION. Un informe especial de LA NACION refleja la preocupación de psicólogos y psiquiatras infantojuveniles, que advierten que cada vez más chicos y adolescentes hacen apuestas online sin control, con graves consecuencias. Se trata de una actividad que ocurre principalmente desde la pandemia. En ese contexto creció el uso de dispositivos tecnológicos. Además, en esa misma época la mayoría de las provincias y la ciudad de Buenos Aires habilitaron la actividad para mayores de 18 años. Fue cuando a la par de las casas que operan de manera lícita, proliferaron casinos ilegales que aceptan jugadores de cualquier edad. Según explican los especialistas, el juego online en estos sitios de apuestas se transformó en una practica que crece de manera preocupante en los colegios, en la vida social de los chicos (clubes, fiestas, asados, viajes de egresado) y en sus propias casas, a veces en sus cuartos o a la vista de la familia pero sin que sea advertido fácilmente.

Los expertos consultados coinciden en que muchos de los chicos que apuestan comienzan a hacerlo a los 12 años. Es un momento en el que muchos ya tienen un celular propio con el que pueden operar en casinos o casas de apuestas online directamente o a través de intermediarios. Este inicio, además, se relaciona con el uso de las billeteras virtuales que los padres habilitan cuando sus hijos empiezan la secundaria. A fines de junio último, más de 500 adolescentes y jóvenes de entre 13 y 24 años respondieron una encuesta sobre apuestas online realizada por Unicef y la consultora Bienestar Digital. Según ese relevamiento, el 74% de los chicos consultados cree que las apuestas online pueden generar una adicción. El 34% reconoció que ingresa a estas plataformas en forma muy asidua (el 11% lo hace muy seguido y el 23%, todos los días) y el 36% ingresó alguna vez.

El 40% dice que, en su casa, nunca se habló sobre los riesgos de la ludopatía. Lucía Fainboim, directora de Bienestar Digital, dice que, tras el auge de estos sitios y las nocivas consecuencias que están teniendo en las vidas de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, hay más de 20 proyectos legislativos que buscan regular la actividad de estas casas. “Confío en que pronto tengamos una ley nacional que las regule en forma exhaustiva”, expresa la especialista, aunque enseguida explica que la normativa estará muy lejos de resolver el problema, porque hará foco, únicamente, en las casas legales. “Se estima que más del 80% del juego online tiene lugar en casas ilegales. Sé que CABA y la Provincia de Buenos Aires estuvieron dando de baja algunos de estos sitios, pero aparecen al otro día bajo un nombre diferente”, contextualiza. De todas formas, Fainboim considera un gran avance que las leyes promuevan un mayor control de la actividad de las empresas que cuentan con licencia oficial, que en línea aparecen con un dominio finalizado con “.bet.ar”.

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