El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha mostrado firme respecto a la regulación de las apuestas deportivas en el país, advirtiendo que, si no se enfrenta adecuadamente la adicción al juego, no dudará en prohibirlas. Esta declaración tuvo lugar en un contexto de creciente preocupación por el impacto de las apuestas en los ingresos de los hogares, especialmente en aquellos que dependen del programa de asistencia social Bolsa Familia. Esta legislación incluyó tanto las apuestas deportivas como los populares juegos de casino online, entre ellos las tragamonedas, desarrolladas por grandes empresas del sector. El Fortune Tiger, un juego muy popular en las redes sociales de Brasil, ha desatado controversias y debates, convirtiéndose en el centro de atención mediática y en objeto de investigaciones policiales por su promoción y sospechas de crímenes financieros. El presidente Lula da Silva, al referirse a los impactos sociales de este tipo de juegos, destacó que “muchas familias han visto sus recursos severamente comprometidos, al punto de llevarlas a la quiebra”. Y sentneció: “Si la regulación no funciona, no dudaré en poner fin (a las apuestas) de manera definitiva”.
Muchas empresas comenzaron el año con nuevos ataques, a tono con la política de Milei sobre las y los estatales. Dass (calzado), Euro y Las Heras (frigorífico), Bajo Hondo (molinos), Lipo (alimentación), Radio Victoria (metalúrgica), Ideal San Justo (transporte), en pocos días. Pero hubo respuestas a esos ataques, con asambleas, paros, piquetes e incluso una ocupación. El golpe a los espacios de la memoria se convierte en una pelea que va más allá de los puestos de trabajo. Hay que organizar la resistencia. En el portón de Dass, la fabricante de Adidas y Nike en Argentina, hay un cartel muy simbólico. “Nuevo año, nuevos desafíos”. Pero el mensaje “motivacional” empresario escondía una cachetada a los obreros y obreras del calzado, que el 2 de enero recibieron un telegrama de despido. Son 360 telegramas en total, porque la multinacional anunció su cierre. El método de los despidos sorpresivos, entre las fiestas, por whatsapp, telegrama o en el molinete de ingreso, lo repitieron varias empresas.
Otras prefirieron pagar sueldos por la mitad. Seguramente los patrones esperaban que los trabajadores agachen la cabeza y se queden en sus casas. Si total la CGT está durmiendo desde mayo, no se va a despertar justo ahora. Se equivocaron. En el frigorífico Euro (Gálvez) montaron piquetes en la puerta y tuvo que aparecer el sindicato y los funcionarios del gobernador Pullaro para dictar la conciliación con los trabajadores “adentro”. En General Las Heras las obreras y obreros de la carne se cansaron de que los “descansen” y se congregaron en las puertas. Llegó el sindicato de la carne. Hace un mes decidieron ocupar la empresa “para evitar el vaciamiento”. En la Pesquera Rawson (Chubut) montaron un acampe contra 11 despidos y los incumplimientos salariales de la empresa. En la electrónica Radio Victoria despidieron trabajadores en medio de las fiestas y la comisión interna tomó una medida de fuerza. Ya reincorporaron a dos pero hay conciliación.
Los choferes de las 10 líneas de Ideal San Justo amanecieron el lunes al lado de sus bondis, pero no se subieron. Retención de tareas hasta que depositen los salarios adeudados. “No queremos ser rehenes del debate subsidios vs tarifazos”. Las líneas que había cobrado se solidarizaron con las que no. Los obreros de Lipo se pusieron “superácidos” cuando vieron que les habían depositado el 50% del salario. No sale un caramelo más. Paro. En Harinas Bajo Hondo, cerca de Bahía Blanca, los despidos por goteo hartaron a los molineros. Paro de 96 horas, piquete y conciliación “con los trabajadores adentro”. Apareció la Unión Molinera. Ahí cerca también, en Coronel Suárez, los trabajadores de Dass se empezaron a juntar en los portones, llamaron al sindicato, fueron a la Municipalidad y tuvo que intervenir el ministerio de Trabajo bonaerense. Las y los jubilados estrenaron el miércoles las acciones callejeras contra el gobierno nacional. Este viernes los pilotos de Aerolíneas Argentinas comunicaron que se podría reabrir el conflicto si el gobierno no llama pronto a paritarias.