Cuando Prince murió hace cinco años esta semana, dejó atrás una de las colecciones de obras más ricas, profundas, inteligentes, divertidas, hermosas y complicadas que la música pop haya conocido jamás. Y no ha dejado de crecer desde su muerte. Prince creía en la expansión, como demostró con álbumes dobles y triples y con un almacén de música en Internet que invitaba a sus fans a recorrer. Desde su muerte, el patrimonio del artista ha publicado múltiples LPs y cajas con material extraído de la famosa cámara acorazada de su complejo Paisley Park en los suburbios de Minneapolis. Sin embargo, Prince también era devoto de los placeres concisos -y del potencial de excitación del mercado- de un sencillo de éxito. En su carrera como solista y como líder de Revolution y New Power Generation, colocó 47 canciones en el Hot 100 de Billboard, todas ellas antes de que el streaming digital abriera la lista insignia del pop a las casualidades virales.
Alfred Jackson, medio hermano y uno de los herederos de Prince, falleció a los 66 años. Para celebrar su talento hemos clasificado cada uno de los sencillos de Prince, del peor al mejor, en la siguiente lista. La lista omite las remezclas, las regrabaciones y las canciones que escribió y produjo para otros artistas, aunque refleja cierto criterio editorial al incluir varios lanzamientos solo promocionales que alcanzaron la condición de single a través de videos musicales, anuncios de televisión y similares. Tres de los colaboradores de Prince de toda la vida -los ingenieros Susan Rogers y David Z y el guitarrista Dez Dickerson- compartieron también sus opiniones sobre varias canciones. Un boceto de personaje de una mujer que prefiere el rock duro a “Sade y Babyface” -enmarcado en un arreglo de electro-metal sobrecargado que no explica por qué. De la banda sonora de “Batman”, una de las baladas más melancólicas de Prince, con el cantante en el papel de Bruce Wayne y Sheena Easton como Vicki Vale.
El noodling por números. Un tema muy elegante, pero olvidable. Justo lo que dice: un mega-mix bien editado de algunos de los mayores éxitos de Prince. Una melodía mediocre aderezada con cuerdas. En el que Prince enseña a una persona llamada Martha a hacer un video sexual. Una mermelada electro-funk mediocre basada en un meme en base a una escena de “Purple Rain”. Un punzante blues acústico que podría ser el sencillo más despojado que jamás haya hecho. Una cálida melodía soul-folk al estilo de Bill Withers, lanzada para recaudar fondos para las víctimas del huracán Katrina. No es una gran melodía, pero cualquier historia del shoegaze de finales de los 80 debería hacer un espacio a lo que Prince hacía aquí con la guitarra. En la taquilla, la secuela de “Purple Rain” de Prince, “Graffiti Bridge”, logró una fracción de lo que hizo su predecesora. Pero la banda sonora consiguió un éxito en el top 10 con su místico sencillo principal.
Prince se pasa al trip-hop. Prince se pasa al smooth jazz. 65. “Betcha By Golly Wow! Larga interpretación en directo de un corte funk-rap de “Crystal Ball” de 1998, con un lenguaje más limpio para adaptarse a la conversión de Prince en Testigo de Jehovah en el cambio de milenio. Letra clave del primer sencillo de Prince con el trío de mujeres 3rdEyeGirl: “Una chica con una guitarra es 12 veces mejor que otra banda loca de chicos”. En la voz, Prince como el Joker; en el bajo, Prince como Bootsy Collins. Otro corte de “Batman”, esta vez una balada cargada de sintetizador en la que el padre de Prince aparece como co-compositor. Veloz, transpirable, disco-funk súper-detallado en el que Prince no puede decidir qué habilidad instrumental quiere mostrar primero. Inspirada en una moda de baile local de Minneapolis (y originalmente titulada “Let’s Rock”), “Let’s Work” “tiene que ver con el groove”, dice Dez Dickerson, que tocaba la guitarra en la primera formación de Revolution.