Es posible que todavía recuerdes los tiempos en los que las únicas formas de pago posibles eran el efectivo o los cheques. También se podían intercambiar bienes, pero la idea de pagar con una pieza de plástico, un reloj de pulsera o un dispositivo electrónico que cabe en el bolsillo nos habría parecido, cuanto menos, fantasiosa. Gracias a los desarrollos tecnológicos, ahora podemos usar todos estos métodos de pago, y muchos más. Vamos a explorar cuáles son más importantes de aceptar en tu negocio. ¿Qué es un método de pago? ¿Cuáles son los diferentes tipos de métodos de pago? ¿Cuáles son los métodos de pago más populares? ¿Por qué es importante aceptar varios tipos de métodos de pago? ¿Qué es un método de pago? Cuando hablamos de métodos de pago nos referimos a las formas con las que los clientes pueden pagar los productos y servicios que consumen. Desde las tarjetas de crédito o débito hasta las tarjetas de prepago, entre otros métodos, hoy disponemos de una gran variedad de opciones de pago, tanto físicas como online.
¿Cuáles son los diferentes tipos de métodos de pago? El método de pago que se ha utilizado durante más tiempo es el efectivo y muchos pensaban que estaría en funcionamiento para siempre. Pero tampoco es que esté desapareciendo. Según Merchant Machine, en Marruecos el 74 % de los pagos se producen en efectivo y solo el 3 % de la población de la India dispone de tarjeta de crédito. Dicho esto, la tendencia general en cuanto a las formas de pago en el mundo es a alejarnos de los pagos en efectivo. En diez países, entre los cuales se encuentran Noruega, Finlandia, Suecia y Holanda, menos del 5 % de las transacciones se realizan en efectivo. Por internet resulta imposible realizar pagos en efectivo y los países que avanzan hacia la desaparición del efectivo cada vez tienen menos cajeros. Además, para retirar efectivo desde los cajeros, muchas entidades aplican un cargo, lo que produce un efecto disuasorio entre los usuarios.
En España, la retirada de efectivo de los bancos sigue esta misma tendencia, con una reducción de los pagos en efectivo del 33 % en 2020. Aunque el desencadenante de esta tendencia pareció ser la pandemia, las transacciones en efectivo siguen estando un 27 % por debajo de los niveles prepandémicos. Aceptar pagos cashless es ya esencial para cualquier tipo de negocio. Las tarjetas de débito son parecidas a las de crédito, tanto físicamente como en cuanto al proceso de pago que utilizan. Aun así, con las tarjetas de débito, para pagar por los productos, el cliente utiliza el dinero de su cuenta corriente. El dinero que se utiliza para pagar es directamente el del cliente, no el del banco, de modo que el cliente no tiene ninguna deuda con el banco después de la transacción ni tiene que pagar ningún interés por sus compras. Para tener una tarjeta de crédito se necesita tener una cuenta bancaria.
Con la tarjeta de crédito, el cliente puede pagar por los productos aunque en su cuenta corriente no disponga de saldo. Esto es así porque el banco cubre el coste de la compra y el cliente lo abona al banco más adelante. Algunos clientes optan por pagar una cantidad mínima cada mes, pero otros prefieren pagar toda la deuda cada mes y evitar tener que pagar intereses. Las tarjetas de crédito se usan para comprar online o como método de pago contactless en tiendas físicas, porque cuentan con tecnología NFC de pagos móviles y chip EMV (Europay, Mastercard y Visa). Siguen siendo un método de pago muy popular en España y en otros países como el Reino Unido, donde el 68 % de las personas adultas tienen como mínimo una tarjeta. Sin embargo, en muchos países, entre ellos España, los pagos con e-wallets como Google Pay, Apple Pay y Click to Pay, además de con Bizum cada vez tienen más presencia.