Para que la cuesta de enero no se extienda durante todo el 2025 preguntamos a los expertos cómo «poner a trabajar» a nuestro dinero. El Gordo ni te ha rozado, el Niño se ha quedado dormido y la cuesta de enero ya ha comenzado. La necesidad de ahorrar es universal, da igual el dinero que tengas en la cuenta, que nadie hace ascos a tener un ‘colchoncito’ para los imprevistos o para caprichos. La pregunta es ¿cómo se puede ahorrar en estos tiempos? En internet se encuentran montones y montones de métodos para ir llenando la hucha. Que si el método de los 30 días, que consiste en ahorrar tantos euros como el día del mes. Que si la regla 50-30-20 por la que se asignan porcentajes a cada partida dentro de un presupuesto. O el reto de las 52 semanas, según el cual la primera semana ahorras un euro, la segunda dos euros y así sucesivamente. Sin embargo, los expertos en el campo de las inversiones matizarán que «si yo voy poniendo dinero en una hucha, o en un colchón, voy a tener lo que he aportado, pero no voy a obtener ninguna rentabilidad adicional por ese dinero».
De ahí que sea importante también conocer las opciones que tenemos invirtiendo. Desde la Newsletter de Antena 3 Noticias hablamos con Javier Niederleytner, Agente Financiero y profesor de IEB, para preguntarle todas nuestras dudas y las opciones que pintan mejor de cara al año recién estrenado. Lo cierto es que en la mayoría de los imaginarios colectivos relacionamos inversión con dinero y con riesgo a partes iguales. ¿Se puede invertir cualquier cantidad o hay que tener una base importante para iniciarse en este mundo? ¿Corro el riesgo de perderlo todo? Son algunas de las preguntas que rondan por la cabeza de quien se plantea «poner a trabajar a sus ahorros». Hay quienes recomiendan no empezar a invertir sin tener un ahorro que cubra entre 3 y 6 meses de imprevistos. Preguntamos sobre ello a Javier Niederleytner: «A mí me gustaría dejar una cosa muy clara. Antes de invertir tenemos que hacer un buen proyecto de inversión. ¿Qué significa eso? Que yo tengo que ser consciente de cuáles pueden ser mis necesidades a un futuro y de alguna manera contar para invertir con esas cantidades que sé que no voy a tener que utilizar en ese futuro cercano. Si yo estoy pensando que dentro de seis meses tengo que cambiar de ordenador, si yo estoy pensando que voy a tener que cambiar de coche en un año, entonces no puedo dedicar esa parte a invertir. Si yo soy capaz de detraer una parte de mis ingresos o de mis ahorros y decir esto no lo voy a tocar, es el momento de invertir».
Eso sí, no hay un mínimo estipulado, habrá quien empiece con 50 euros y habrá quiénes lo hagan con 5.000 euros. Las opciones son numerosas, aunque cierto es que cada una tiene su fama. Las criptomonedas se llevan quizás la peor reputación si de riesgos hablamos, mientras que los depósitos a plazo fijo o el oro son «valores refugio». En un contexto en el que el BCE ha virado su tendencia alcista y parece que los próximos meses se va a seguir bajando intereses y en una geopolítica que pasa por la guerra de Ucrania, por la guerra en Siria y por el regreso de Trump al poder, hay productos que pueden verse alterados. Estar pendiente de todos los factores que influyen en el mercado es palabra mayor para buena parte de la población, de ahí que el profesor recomiende ir a la entidad financiera con la que cada uno trabaja y plantear el tema.
Javier para después añadir: «Todo el mundo tiene abierta una cuenta en una entidad financiera. Yo recomiendo perder el miedo, ir a tu entidad financiera y plantearle el tema de la inversión. Además, cada vez estamos obligados a tener una preparación de cierta titulación, simplemente dejarnos asesorar por esas personas, contarles nuestra idea, contarles nuestro perfil de inversión, contar sobre todo cuál es el horizonte de esa inversión y ese asesor financiero es el que de alguna manera nos va a guiar en ese mundo de la inversión». Como guía para ir conociendo los productos más populares, Niederleytner nos ayuda a «calificar los productos de más o menos riesgo». El pasado 1 de enero entró en vigor el reglamento comunitario MiCA que supone el establecimiento de una normativa que otorgará a los inversores cierto grado de protección cuando inviertan en criptoactivos. Regula por primera vez la emisión y prestación de servicios relacionados con criptoactivos, estableciendo normas uniformes para los emisores de criptoactivos y para los proveedores de servicios en relación con ellos.