Los 3 Equipos De Primera División Investigados por Apuestas Deportivas

La problemática de las apuestas deportivas sigue creciendo en Argentina y a lo largo de todo el mundo. Los eventos son mirados de reojo por las autoridades, pero según algunas versiones, habría tres equipos del fútbol argentino de Primera División que estarían siendo investigados por actitudes sospechosas. En las últimas horas, en X, antes Twitter, distintos periodistas publicaron sus acusaciones y explotaron las redes sociales. “Hay tres clubes de Primera División que están siendo investigados por apuestas deportivas. Uno de ellos es Godoy Cruz”, publicó Renzo Pantich. En ese sentido, el relator de Radio Mitre, Gabriel Anello, se sumó a la información, pero también contó cuáles son los otros equipos que están siendo investigados. El conocido comunicador publicó en la red social: “Cuando dije que Godoy Cruz fue para atrás con Boca, me llamaron loco. Algunos se hicieron millonarios por ese partido y tengo nombres”. Además, en los comentarios agregó: “Hoy investigan a Godoy Cruz, Talleres y Tigre”. Las versiones sobre las apuestas deportivas se ampliaron tras la salida de Daniel Oldrá de su cargo y sus posteriores declaraciones: “Con el tema de las apuestas se perdió la esencia del fútbol, este es otro fútbol. No es lo que veíamos en el barrio, en el potrero. Lo ves con lo de Riestra y nadie dice nada. Ya todo da lo mismo”, y concluyó: “En el momento que yo desconfío de mis jugadores me tengo que ir. Uno cree en la inocencia del futbolista, que van todos atrás de una pelota. Sinceramente, no puedo creer lo otro, se dicen un montón de cosas y eso me hace ruido. Para mí, lo más lindo del fútbol son los futbolistas, pero sé qué hay de todo. Si no creo en mis futbolistas, no puedo estar más en el fútbol”.

Todo sobre las pin-ups. Desde antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando alcanzaron un éxito inesperado, tuvieron usos y significados diferentes. Durante la Segunda Guerra Mundial, las ilustraciones de chicas pin-up -mujeres con poca ropa y actitud pícara- eran tan populares que hasta los bombarderos estadounidenses llevaban una en el frente del fuselaje. En trajes de baño o ropa militar, con camisas atadas a la cintura o polleras al viento, y hasta en ropa interior, estas imágenes sensuales y a la vez ingenuas adornaban también los talleres de autos y las tiendas de campaña. “Era una época en que las mujeres tenían más y mostraban menos”, apunta Dian Hanson, editora de la colección Sexy Arts de Taschen, en The Art of Pin-up, un libro que ella compiló y que acaba de lanzar la editorial con un recuento histórico y capítulos dedicados a los diez autores más destacados del género, entre ellos, Gil Elvgren, George Petty y el peruano Alberto Vargas.

Si bien el término pin-up -”fijar con tachuelas”- se acuñó en 1941, las primeras creaciones de este tipo aparecieron hacia 1886 en revistas francesas, de la mano de Jules Chéret -conocido como el padre del póster moderno-, y en 1895, en los Estados Unidos. Entonces, Charles Dana, un dibujante de la revista Life, creó a la Gibson Girl, una fémina desenvuelta que encarnaba el espíritu de la nueva mujer que estaba naciendo. Dana la delineó jugando al tenis o andando a caballo o en bici. Eran los años dorados de la ilustración. La bicicleta había sido la gran conquista femenina -una mujer ya no necesitaba de un hombre para ir de un lugar a otro- y la lucha por el sufragio femenino en los EE.UU. Los vestidos y corsets fueron reemplazados por ropa más cómoda y también más reveladora, que marcaba, por ejemplo, las piernas, antes ocultas bajo capas de tela. “Al intentar ganarse un lugar en un mundo de hombres, las mujeres los liberaron para que estos las miraran y las apreciaran de una forma más apasionante”, escribe Hanson.

Paradójicamente, las pin-ups, símbolos sexuales creados desde el punto de vista masculino -sin connotación pornógrafica: su sex-appeal es natural y su lencería suele quedar expuesta por accidente- son una representación del feminismo, al haber animado a las mujeres a liberarse de las normas impuestas. Actualmente, según académicas como Maria Elena Buszek, de la Universidad de Colorado, se las considera “una reivindicación de la sexualidad femenina”. La imagen de estas chicas -que aparecían en situaciones domésticas, aunque siempre con cierto descaro- se utilizó para reclutar soldados en la Primera Guerra Mundial, cuando el concepto de propaganda, para exaltar el patriotismo o atacar al enemigo, se había establecido. “Caramba. Ojalá fuera un hombre, me uniría a la Armada”, decía una pin-up vestida como marinera. “Sé un hombre y hazlo”, concluía. Posters por el estilo se clavaban en las paredes. A lo largo del tiempo, las pin-ups han tenido diferentes propósitos. En la Segunda Guerra levantaban la moral de las tropas.

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