El sueño, una necesidad biológica esencial, sigue siendo subestimado por una gran parte de la población. Según los autores de Better Sleep, Better You, el médico Frank Lipman y el cofundador de Casper, Neil Parikh, el 70% de los estadounidenses no duerme lo suficiente, un problema que trasciende el simple cansancio, pero que tiene solución al adoptar cambios de hábitos. La falta de sueño está vinculada con enfermedades crónicas como la diabetes, problemas cardíacos, depresión, ansiedad e incluso Alzheimer. Además, durante el sueño, el cerebro elimina toxinas y repara conexiones neuronales, procesos fundamentales para el bienestar físico y mental, recoge Eating Well. El psicólogo clínico Aric A. Prather, de la Universidad de California en San Francisco, subraya al medio que el sueño no se limita a las horas en la cama, sino que es un ciclo de 24 horas afectado por nuestros hábitos diurnos. Según Prather, mantener horarios regulares para acostarse y despertarse es crucial.
De igual forma, el neurocientífico Matthew Walker, autor de Why We Sleep, destaca que los humanos son la única especie que se priva voluntariamente del sueño, a menudo sin una justificación real. Adoptar una rutina que favorezca el sueño requiere cambios significativos. En una prueba personal de dos semanas, siguiendo recomendaciones de expertos, una periodista del staff de Eating Well estableció horarios regulares para dormir, un diario para registrar patrones y un enfoque en la mejora del entorno del sueño. Entre las estrategias más efectivas están: reducir el uso del teléfono móvil antes de acostarse y emplear despertadores que no estén vinculados a dispositivos electrónicos. El problema del uso excesivo de pantallas es recurrente. Según Prather, este hábito fomenta la procrastinación por venganza, un fenómeno donde las personas sacrifican el sueño para recuperar tiempo personal tras jornadas controladas por el trabajo u otras obligaciones. Para abordar este desafío, la terapia cognitivo-conductual (TCC) para el insomnio puede ser efectiva.
Esta técnica entrena al cerebro para asociar la cama con el descanso, eliminando asociaciones negativas como la ansiedad o el estrés. Los cambios en los hábitos de sueño pueden transformar el bienestar general. Implementar una rutina constante, priorizar la exposición a la luz natural por las mañanas y mejorar la higiene del sueño son estrategias clave. Los expertos Lipman y Parikh en sus libros sugieren crear un “santuario” en la habitación, asegurando oscuridad, una temperatura adecuada y aire de calidad. Incluso pequeños ajustes, como el uso de plantas purificadoras y purificadores de aire, pueden marcar la diferencia. El impacto de estos cambios va más allá de sentirse renovado: mejora la productividad, la gestión del estrés y el estado de ánimo general. Priorizar el sueño no es un lujo, sino una inversión en la salud física y mental, sostiene el medio. Expertos en medicina funcional, psicología y neurociencia coinciden en que el sueño debe verse como un pilar de la salud, igual de importante que la dieta y el ejercicio. Aunque no existe una solución universal, establecer hábitos consistentes, evitar pantallas antes de dormir y crear un entorno propicio para el descanso puede transformar nuestra relación con el sueño. Priorizar el descanso es, en última instancia, un acto de autocuidado esencial. “Pasos simples y prácticos”. 2¿Por qué se debe empezar a lavar las ventanas con sal? Inspirado en las playas francesas. Oro de la juventud. Promesas, crisis y fracaso. Queda prohibida la reproducción total o parcial del presente diario.
Métodos de pago: ¿qué son y qué diferencia hay entre ellos? Con el auge de las plataformas digitales se diversificaron los medios de pago. Hacemos un repaso por algunos tradicionales y otros más novedosos. Ya sea que vamos a comprar un producto físico (ropa) o un servicio (telefonía) lo que no cambia es que debemos pagar por ello, aunque lo que varía es que se pueden elegir diferentes opciones a la hora de concretar la transacción. Puede realizarse mediante dinero en efectivo, tarjeta de crédito, tarjeta de débito, cheques o transferencia bancaria, entre otras. O sea: diferentes métodos de pago. Bueno, todos estos son métodos de pago, que son las diferentes alternativas que tiene una persona para pagar una compra. Se podría decir que, finalmente, los métodos de pago son la forma en la que viaja el dinero al momento de adquirir bienes, servicios y/o cancelar diferentes tipos de obligaciones.
¿Por qué se eligen diferentes métodos de pago? Todas estas cualidades se manifiestan en una diversidad amplia de métodos de pago y cada puede ser más o menos apta dependiendo el tipo de transacción, por ejemplo, seguro haz escuchado que cuando la Familia Morada viaja al extranjero prefiere pagar con su Moradita que con efectivo. Tan pronto completes una transacción con tu Moradita en el extranjero, es posible ver, en la propia aplicación Nu, una proyección del valor final de ese gasto en Pesos MXN. Además, el valor de cotización utilizado para la conversión ocurre en el proceso de compra, no en el cierre de la factura. Así que pagas con el tipo de cambio oficial del momento (Banco de México), no posterior. Es decir; si el dólar (cotización de la moneda) varía entre el proceso de compra y el pago en la factura, no pasa nada. Las compras que realices fuera de México las puedes diferir seleccionando la mensualidad que más te convenga, con una tasa de interés fija y transparente.