El fútbol europeo sigue siendo el gran termómetro para México, quien entiende sus posibilidades y evolución a partir de los jugadores que disputan en las ligas top de dicho continente. Y este inicio de semestre parece que no está marcando la temperatura que se esperaba, con futbolistas que están sufriendo la falta de actividad y otros que están levantando los ánimos en sus clubes. En Países Bajos, la figura de Santiago Giménez sigue representando esperanzas para una selección que carece de centro delantero y de goles. “Chaquito” ha comenzado su temporada con 3 anotaciones en 2 partidos y lidera la tabla de goleo de la Eredivisie, con el actual campeón de la liga, el Feyenoord. Hirving Lozano es otro que, parece, recaerá en el balompié holandés con su ex equipo, el PSV de Eindhoven. Tras haber brillado con el Napoli y haber conseguido el “Scudetto” 33 años después del último campeonato, el “Chucky” ha roto relaciones con el Napoli y no firmará su renovación de contrato, con una reducción salarial del 50%. Así, Lozano ha quedado relegado a la banca napolitana y solo es cuestión de días para que su salida se haga oficial.
Una situación parecida a la de Jesús Manuel “Tecatito” Corona, quien no forma parte de los planes de José Luis Mendilibar en el Sevilla. Con el realce de “Suso”, la llegada de Ibrahima Sow y el nivel Jesús Navas, parece que Corona deberá de salir de la plantilla para encontrar minutos. Incluso, el propio José Antonio “Tato” Noriega, presidente del Monterrey, declaró que las negociaciones con el jugador van viento en popa. “Yo creo que se ha avanzado (negociación por ‘Tecatito’ Corona), creo que vamos por buen camino, pero en otras ocasiones les he dicho la frase, del plato a la boca se cae la sopa y es la verdad”. Mientras que la llegada de Edson Álvarez a West Ham ha sido un rotundo éxito, con el “Machín” como protagonista de los primeros dos partidos. Incluso, Edson ha sido viral por un par de jugadas como “Hammer” y fue seleccionado como el segundo mejor futbolista de su equipo, por los aficionados, en el último partido ante el Brighton. A los papeles destacados del fin de semana se suman Johan Vásquez y Julián Araujo, titulares con el Genoa y la Unión Deportiva las Palmas, respectivamente, en partidos donde sus equipos sumaron puntos de cara a la salvación. Asimismo, parece que la temporada de Raúl Jiménez con el Fulham pinta para el ansiado regreso del centro delantero, a un nivel top, que lo llevó a ser buscado por los mejores equipos del mundo.
Todo sobre las pin-ups. Desde antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando alcanzaron un éxito inesperado, tuvieron usos y significados diferentes. Durante la Segunda Guerra Mundial, las ilustraciones de chicas pin-up -mujeres con poca ropa y actitud pícara- eran tan populares que hasta los bombarderos estadounidenses llevaban una en el frente del fuselaje. En trajes de baño o ropa militar, con camisas atadas a la cintura o polleras al viento, y hasta en ropa interior, estas imágenes sensuales y a la vez ingenuas adornaban también los talleres de autos y las tiendas de campaña. “Era una época en que las mujeres tenían más y mostraban menos”, apunta Dian Hanson, editora de la colección Sexy Arts de Taschen, en The Art of Pin-up, un libro que ella compiló y que acaba de lanzar la editorial con un recuento histórico y capítulos dedicados a los diez autores más destacados del género, entre ellos, Gil Elvgren, George Petty y el peruano Alberto Vargas.
Si bien el término pin-up -”fijar con tachuelas”- se acuñó en 1941, las primeras creaciones de este tipo aparecieron hacia 1886 en revistas francesas, de la mano de Jules Chéret -conocido como el padre del póster moderno-, y en 1895, en los Estados Unidos. Entonces, Charles Dana, un dibujante de la revista Life, creó a la Gibson Girl, una fémina desenvuelta que encarnaba el espíritu de la nueva mujer que estaba naciendo. Dana la delineó jugando al tenis o andando a caballo o en bici. Eran los años dorados de la ilustración. La bicicleta había sido la gran conquista femenina -una mujer ya no necesitaba de un hombre para ir de un lugar a otro- y la lucha por el sufragio femenino en los EE.UU. Los vestidos y corsets fueron reemplazados por ropa más cómoda y también más reveladora, que marcaba, por ejemplo, las piernas, antes ocultas bajo capas de tela. “Al intentar ganarse un lugar en un mundo de hombres, las mujeres los liberaron para que estos las miraran y las apreciaran de una forma más apasionante”, escribe Hanson.
Paradójicamente, las pin-ups, símbolos sexuales creados desde el punto de vista masculino -sin connotación pornógrafica: su sex-appeal es natural y su lencería suele quedar expuesta por accidente- son una representación del feminismo, al haber animado a las mujeres a liberarse de las normas impuestas. Actualmente, según académicas como Maria Elena Buszek, de la Universidad de Colorado, se las considera “una reivindicación de la sexualidad femenina”. La imagen de estas chicas -que aparecían en situaciones domésticas, aunque siempre con cierto descaro- se utilizó para reclutar soldados en la Primera Guerra Mundial, cuando el concepto de propaganda, para exaltar el patriotismo o atacar al enemigo, se había establecido. “Caramba. Ojalá fuera un hombre, me uniría a la Armada”, decía una pin-up vestida como marinera. “Sé un hombre y hazlo”, concluía. Posters por el estilo se clavaban en las paredes. A lo largo del tiempo, las pin-ups han tenido diferentes propósitos. En la Segunda Guerra levantaban la moral de las tropas.