Por 9.99€ al mes tendrás acceso completo a todos los cursos. Sin matrícula ni permanencia. Ojalá el título de este artículo fuese «cómo hacerte rico jugando a la ruleta online con Javascript», pero como te puedes imaginar, lo intenté pero no lo conseguí :(. Lo que sí conseguí fue sacar un puñado de conclusiones muy interesantes para aquellos intrépidos guerreros que quieran, al igual que yo, tratar de desbancar a la ruleta (y que quizás utilice en el futuro si vuelvo a ser lo suficientemente insensato). Para ganar a la ruleta existen estrategias muy habituales. Son tan habituales que puedes encontrarlas detalladas en las páginas de los propios casinos. Ellos mismos te las explican. Saben que no funcionan y que es un chollo decírtelas para que las uses y pierdas tu dinero ( so i did :D). Los códigos de Javascript que desarrollé utilizan dos de esas estrategias para tratar de ganar a la ruleta. Si buscas en internet «Labouchere funciona» o «Martingala funciona» encontrarás cientos de explicaciones de por qué estas estrategias realmente no funcionan.
Hace unos años estuve en un parque de japón en el que había tortugas. Había un cartel que ponía que no acercases los dedos a la boca de las tortugas porque mordían. Lamentablemente, soy de esas personas que necesita comprobar las cosas por si mismo a pesar de que los que han andado ese camino antes dicen que no es el correcto. Cuando empecé a desarrollar un algoritmo con JavaScript realmente pensé que podría ganar. Sin embargo, poco a poco fui saliendo de mi engaño. En una ocasión dejé funcionando el algoritmo de Labouchere toda la noche. Tenía 20 euros en depósito y cuando me desperté siete horas más tarde tenía 127 euros. Había ganado más de 100 euros mientras dormía. ¡El algoritmo era un éxito! ¡Y era uno de mis primeros intentos! Sin embargo, durante los cinco minutos que estuve viendo la pantalla de mi ordenador y regocijándome por mis ganancias tuve una mala racha en la que perdí todo el dinero.
Podía haber ganado 120 euros si hubiese sabido cuando dejar de jugar. La gente comenta habitualmente que hay que saber cuándo dejar de jugar. Esto me parece bastante estúpido. Es como si alguien dice que hay que saber predecir los hechos totalmente fortuitos e impredecibles de la vida. Uno de los suscriptores a la página me hizo unas preguntas de Javascript y tras responderle, me preguntó si yo sabía algo de la ruleta. Nunca había jugado a la ruleta, y este era un mundo muy ajeno, aunque el tema de conseguir ganar en los juegos de azar me parece apasionante. Tuvimos una conversación telefónica y a los pocos días ya tenía un algoritmo que apostaba y perdía dinero siguiendo la estrategia de Labouchere. He seguido afinando el algoritmo, haciéndolo más fácil de manipular y eficiente: ahora ya no pierde tanto dinero. Estrategia Labouchere… estrategia Martingala… En mi cabeza las estrategias están asociadas a técnicas para lograr objetivos. Estas estrategias son muy eficientes logrando que consigas lo contrario de lo que te propones.
Así que creo que sólo los casinos tienen licencia para llamarlas «estrategias». Para motivarme alquilé en youtube la película «The Pelayos». Esta película cuenta la historia real de cómo está familia logró ganar entre 200 y 250 millones de pesetas ( más de un millón de euros ) apostando en los casinos. Las ruletas tienen pequeñas imperfecciones que hacen que unos números salgan más que otros. Los Pelayo lograron saber cuáles eran esos números apuntando durante 5000 giros de ruleta los números que iban saliendo en los cartones que el propio casino les cedía y aplicando cálculos estadísticos. «Nosotros tomábamos datos que eran públicos, incluso el casino incentivaba a los otros jugadores a anotar los números que salían. Ofrecían los datos en paneles y entregaban hojas para anotarlos, pero para que los jugadores tomasen decisiones matemáticamente equivocadas. Nosotros hacíamos lo mismo que todo el mundo, pero con un análisis correcto”, añade Gonzalo.
Actualmente, la estrategia de los Pelayo es inviable. Tras haber sido saqueados varias veces, los casinos comenzaron a mover las ruletas de sitio, intercambiar sus piezas, etc. Es curioso que en un reportaje el dueño de un casino decía que ya no temía a los Pelayo porque antes de abrir nivelaban las ruletas. Sin embargo, obviaba que lo que realmente hacen son manipulaciones más intrusivas. Os muestro un momento de la película que me puso la piel de gallina y una reflexión del Patriarca de los Pelayo sobre el mismo. Es la más sencilla de las dos que utilicé. Consiste en doblar la apuesta cada vez que pierdes. De esta forma, compensas el dinero que has ido perdiendo y añades una unidad que es lo que esperas ganar cuando se rompa la racha de perder. Al cabo de un tiempo, lógicamente, acabaremos ganando y por tanto, ganando una ficha. El problema es que si tardas mucho en ganar el dinero que tienes que apostar aumenta exponencialmente hasta el punto de rebasar el máximo que el casino te permite apostar, con lo cual, igualmente vas a perder.