Los Keniatas Chumba Y Kiplagat Ganaron la Maratón De Chicago

Los atletas keniatas Dickson Chumba y Florence Kiplagat se impusieron en la Maratón de Chicago, en el recorrido de 42,195 kilómetros. Chumba acabó con un tiempo oficial de dos horas, nueve minutos y 25 segundos, mientras que Kiplagat, de 28 años, terminó la carrera con un tiempo de 2 horas, 23 minutos y 33 segundos. El nuevo campeón, que comenzó a destacar después de conseguir en 2014 el triunfo en el Maratón de Tokio, donde estableció récord de la prueba, el año pasado logró el tercer puesto en Chicago, donde tuvo marca personal de dos horas, cuatro minutos y 32 segundos. Chumba al llegar a la meta. En cuanto a lo que significaba su triunfo en Chicago de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Chumba reiteró que tendría que ser más rápido. Por segundo año consecutivo el podio fue copado por tres corredores kenianos, lo que ocurre por tercera vez en las últimas cinco carreras disputadas.

El corredor estadounidense de origen mexicano Fernando Cabada ocupó el décimo puesto con 2h15:36. Dentro de la competición femenina la campeona fue también la keniana Kiplagat, de 28 años, que cubrió la carrera con un tiempo de 2 horas, 23 minutos y 33 segundos. La estadounidense Deena Kastor, de 42 años, que hace 10 años ganó la prueba femenina, fue la ganadora en la categoría de veteranos con un tiempo récord de 2h27:47. El corredor estadounidense de origen mexicano Fernando Cabada ocupó el 10 puesto con un tiempo de 2 horas, 15 minutos y 36 segundos. Dentro de la competición femenina la campeona fue también la keniana Kiplagat, de 28 años, que cubrió la carrera con un tiempo de 2 horas, 23 minutos y 33 segundos. Esto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia. Para comentar, te pedimos que confirmes tu identidad ingresando tu celular. Te enviaremos un código de verificación vía SMS.

Todo sobre las pin-ups. Desde antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando alcanzaron un éxito inesperado, tuvieron usos y significados diferentes. Durante la Segunda Guerra Mundial, las ilustraciones de chicas pin-up -mujeres con poca ropa y actitud pícara- eran tan populares que hasta los bombarderos estadounidenses llevaban una en el frente del fuselaje. En trajes de baño o ropa militar, con camisas atadas a la cintura o polleras al viento, y hasta en ropa interior, estas imágenes sensuales y a la vez ingenuas adornaban también los talleres de autos y las tiendas de campaña. “Era una época en que las mujeres tenían más y mostraban menos”, apunta Dian Hanson, editora de la colección Sexy Arts de Taschen, en The Art of Pin-up, un libro que ella compiló y que acaba de lanzar la editorial con un recuento histórico y capítulos dedicados a los diez autores más destacados del género, entre ellos, Gil Elvgren, George Petty y el peruano Alberto Vargas.

Si bien el término pin-up -”fijar con tachuelas”- se acuñó en 1941, las primeras creaciones de este tipo aparecieron hacia 1886 en revistas francesas, de la mano de Jules Chéret -conocido como el padre del póster moderno-, y en 1895, en los Estados Unidos. Entonces, Charles Dana, un dibujante de la revista Life, creó a la Gibson Girl, una fémina desenvuelta que encarnaba el espíritu de la nueva mujer que estaba naciendo. Dana la delineó jugando al tenis o andando a caballo o en bici. Eran los años dorados de la ilustración. La bicicleta había sido la gran conquista femenina -una mujer ya no necesitaba de un hombre para ir de un lugar a otro- y la lucha por el sufragio femenino en los EE.UU. Los vestidos y corsets fueron reemplazados por ropa más cómoda y también más reveladora, que marcaba, por ejemplo, las piernas, antes ocultas bajo capas de tela. “Al intentar ganarse un lugar en un mundo de hombres, las mujeres los liberaron para que estos las miraran y las apreciaran de una forma más apasionante”, escribe Hanson.

Добавить комментарий

Ваш адрес email не будет опубликован. Обязательные поля помечены *